Columnas de Opinión Socios

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Por: Hermes Silva, gerente general de Energy Tracking.
En un contexto global donde la crisis climática demanda descarbonización y uso de energías limpias, al mismo tiempo vemos como crece anualmente la demanda por servicios energéticos como iluminación, calefacción, refrigeración, etc. Esta paradoja que requiere mejorar la intensidad energética como solución de base, sin duda coloca a la eficiencia energética como protagonista.
El informe World Energy Outlook 2019 de la IEA señala que introducir eficiencia puede reducir la intensidad energética mundial en más de un 3% cada año. La misma organización indica que hacia 2040 podría contribuir con el 44% de la reducción de emisiones de gases efecto invernadero.
En Chile, en línea con lo anterior nos hemos propuesto alcanzar la carbono neutralidad al año 2050, tener una Ley de eficiencia energética, y avanzar con la política energética lanzada en 2014.
Según el último Balance Nacional de Energía, el sector comercial, público y residencial ocupa el 22% del consumo final de energía, existiendo un importante potencial de eficiencia energética en el sector, que considera tanto la edificación sostenible como la mejora en instalaciones preexistentes.
Hablando específicamente del sector residencial, podemos decir que hoy si bien se han hecho esfuerzos por mejorar el desempeño energético de los edificios a través de mejoras desde el diseño, tanto en envolventes y sistemas activos, así como también en la incorporación voluntaria por parte del mercado de la Certificación de Edificios Sustentables, Leed, entre otras, nosotros como empresa hemos visto en la práctica una particular brecha totalmente solucionable a través de la eficiencia energética y el reconocimiento de ésta desde el punto de vista de procesos más que de equipos puntuales.
Desde nuestros comienzos hace más de 10 años, hemos trabajado en desarrollos tecnológicos con soluciones integradas que permitan hacer un uso eficiente de la energía, obteniendo importantes ahorros económicos y reduciendo las emisiones de CO2 de manera considerable en cada uno de los proyectos desarrollados, siendo la empresa que más proyectos de eficiencia energética, ha desarrollado en Chile.
Bajo esa premisa es que hemos descubierto que son los sistemas térmicos de producción de agua caliente sanitaria y calefacción una fuente importante de gasto energético en los edificios, que, a través de su intervención, utilizando innovación y uso de nuevas tecnologías patentadas como Heatguard®, Calentamiento en Tiempo Real® (CTR), Centrales Ultra Eficientes® (CTUe) a gas y full electric, puede ser reducido considerablemente.
Un ejemplo de esto es que la incorporación de centrales térmicas ultra eficientes full electric, permite llegar a ahorros energéticos sobre el 60% con respecto a una central tradicional a gas. En específico podemos decir, por ejemplo, que un edificio de departamentos puede llegar a costos brutos entre $1.900 y $2.400 por m3 de agua caliente sanitaria, evitando la emisión de más de 45 toneladas de CO2 equivalentes al año.
Esta es una de las tantas oportunidades de eficiencia energética para este sector y que considera no solo ahorros energéticos sino también económicos a largo plazo, pues permiten sin duda lograr un positivo impacto en los costos operacionales, ya sea de las comunidades de los edificios, como de las empresas inversionistas de rental, que logran recuperar su inversión en menos de 15 meses en promedio, quedando para su futuro solo ahorros energéticos, económicos y en emisiones de CO2 evitadas.
Así, es imprescindible que los diversos actores del mercado y el gobierno aunemos esfuerzos por seguir concretando estas y otras iniciativas, y se fijen desafíos concretos sobre metas, pero también en los procesos de medición y verificación de los resultados para demostrar su efectividad y replicabilidad.